Cómo ayudar a un niño con problemas de control de impulsos
Los problemas de control de impulsos en los niños pueden ser desafiantes para los padres. Los niños se vuelven difíciles de manejar y también tienen problemas para regularse a sí mismos. De hecho, el comportamiento impulsivo en los niños también incluye acciones impulsivas, rabietas y cambios extremos de humor. Como padre, es necesario abordar y ayudar al niño con el control de impulsos. Entonces, si tu pequeño está luchando con esto, te compartimos una guía detallada para ayudarte.
Parte 1. Entender los problemas de control de impulsos
Muchos padres piensan que pueden ayudar a los niños con el control de impulsos regañándolos, pero esto no funciona. Lo anterior se debe a que los padres necesitan comprender qué es el control de impulsos y cómo afecta su desarrollo y crecimiento.
El control de impulsos es la capacidad de un niño para regular sus comportamientos, pensamientos y emociones, especialmente cuando se encuentran en una situación diferente. También se trata de su capacidad para pensar antes de actuar y tomar decisiones correctas en lugar de tener reacciones extremas.
Es importante comprender que no es algo innato, y es necesario trabajar en técnicas de control de impulsos para los niños. Por ejemplo, la corteza prefrontal en el cerebro de tu hijo es responsable del control de impulsos y sigue desarrollándose durante la infancia. Además, el estilo de crianza que elijas también influye en cómo el pequeño responde a diferentes situaciones.
Puede ser desafiante para los padres identificar el trastorno del control de impulsos en los niños porque a menudo se confunde con berrinches. Así que para ayudarte a determinar si tu hijo necesita ayuda, compartimos algunos síntomas de un control de impulsos deficiente:
- Interrumpir conversaciones y hacer comentarios inapropiados
- Dificultad para esperar en filas
- Problemas para mantener amistades
- Realizar acciones riesgosas
- Postergar tareas importantes, como los deberes escolares
Parte 2. Identificar las razones subyacentes
Cuando los niños comienzan a mostrar comportamientos impulsivos, es importante identificar las razones subyacentes que llevan a estos problemas. Esto te ayudará a llegar a la causa raíz y eliminarla para que los niños se sientan mejor. Algunas de estas razones incluyen:
Factores ambientales
Los factores ambientales suelen incluir un entorno caótico en casa. Esto se debe a que el hogar es el lugar de mayor confort para los niños, y si es caótico y desorganizado, tu hijo no aprenderá autorregulación. Por esta razón, es importante establecer límites y rutinas claras. Además, asegúrate de que tus hijos no estén expuestos a traumas y violencia.
Factores neurológicos
Ya hemos mencionado que la corteza prefrontal es responsable de optimizar el control de impulsos. Sin embargo, si hay un retraso en el desarrollo cerebral, surgirán problemas. Adicionalmente, algunos niños tienen TDAH, lo que afecta su control de impulsos.
Factores emocionales
Cuando los niños no pueden regular sus emociones, terminan siendo impulsivos para lidiar con sentimientos abrumadores. Además, los niños con depresión y ansiedad también tienen dificultades, pero su condición puede aliviarse con la ayuda de medicamentos y terapia.
Factores genéticos
Muchas personas ignoran este factor, pero los antecedentes de problemas de control de impulsos, trastornos del estado de ánimo y trastornos de atención pueden aumentar las posibilidades de que tu hijo desarrolle problemas de control de impulsos.
Parte 3. Obtener orientación profesional
El control de impulsos en los niños es importante porque les permite ser ciudadanos responsables y comprensivos en la sociedad. Sin embargo, si no sabes cómo ayudar a un niño con el control de impulsos, se recomienda buscar ayuda profesional. Puedes ponerte en contacto con pediatras y psicólogos infantiles. Los pediatras pueden ayudarte a monitorear el crecimiento y desarrollo de los niños con el tiempo para identificar posibles retrasos en el desarrollo. Además, si hay problemas, pueden ayudar con medicación.
Por otro lado, los psicólogos infantiles pueden ayudar con los problemas emocionales y psicológicos en los niños. Realizan diferentes evaluaciones para verificar el funcionamiento conductual, emocional y cognitivo. Podrían realizar entrevistas para obtener resultados. Después de esto, ayudan a los niños a través de terapia cognitivo-conductual (TCC), entrenamiento en habilidades sociales y modificación del comportamiento.
Ten en cuenta que cualquier niño puede tener dificultades con el control de impulsos, y enseñarles el control de impulsos requerirá paciencia. Sin embargo, el punto más importante es asegurar una intervención temprana. Esto es porque la intervención temprana puede mejorar la tasa de éxito. Adicionalmente, asegurará que tus hijos no enfrenten desafíos sociales y dificultades académicas.
Parte 4. Estrategias para padres
Cuando se trata de estrategias de control de impulsos para estudiantes o niños, los padres son las personas clave que pueden ayudar. Esto se debe a que pueden crear un entorno saludable y de apoyo que ayude a los niños a crecer. ¡Así que veamos las estrategias que puedes probar!
Establecer expectativas y límites claros
En primer lugar, al tratar con un niño con problemas de control de impulsos, es importante establecer reglas claras y consistentes para ellos. Tu hijo necesita comprender cuáles comportamientos son aceptables y cuáles no lo son. Una vez que definas las reglas y límites, sigue aplicándolas para motivarlos.
Enseñar regulación emocional
La regulación emocional es difícil de entender para las mentes jóvenes, pero algunas técnicas simples de respiración profunda pueden ayudarlos a calmarse. Esto asegura que puedan sentirse mejor cuando se sientan abrumados. Además de esto, asegúrate de que tus hijos tengan rutinas adecuadas, ya que esto aporta consistencia a sus vidas. Por último, enseña técnicas de enraizamiento y meditación para que puedan vivir con sus sentimientos, pensamientos y emociones.
Enseñar salidas saludables para la energía
Es común que los niños acumulen energía negativa, lo que los lleva a tener rabietas y comportamientos negativos. En ese caso, recomendamos enseñarles salidas saludables para su energía. Por ejemplo, puedes inscribirlos en actividades físicas porque ayuda a canalizar esa energía negativa. Como resultado, mejorarán su enfoque. Si tus hijos no están interesados en actividades físicas, puedes ayudarles a elegir un pasatiempo que les guste.
Modelar el autocontrol
Sobre todo, no hay mejor manera de enseñar que mostrándolo con tu propio ejemplo. Debes liderar con el ejemplo y demostrar autocontrol en tus reacciones y acciones. Recuerda que los niños aprenden observando a sus padres y a sus mayores, así que muestra autocontrol. Además de esto, puedes hablarles sobre tus propias experiencias y compartir aquello que te ayudó (sí, funcionará, y te escucharán).
Parte 5. Crear un entorno de apoyo
Un entorno caótico es el mayor enemigo de tus hijos, por eso debes crear un ambiente de apoyo. En primer lugar, debes construir una relación sólida con tus hijos para que se sientan seguros y confíen en ti con sus sentimientos. Esto además mejorará la comunicación para que puedas establecer límites y consecuencias fácilmente. Asimismo, asegúrate de escuchar sus sentimientos y pensamientos sin juzgarlos.
Parte 6. Colaborar con escuelas y maestros
Colaborar con los maestros y las escuelas puede apoyar el crecimiento mental de los niños. Para iniciar este proceso, puedes solicitar reuniones con los maestros y el personal escolar de tu pequeño para hablar sobre tus inquietudes. Esto los motivará a realizar evaluaciones exhaustivas de las debilidades y fortalezas de tu hijo. Como resultado, podrán crear planes de educación individualizados que se centren en apoyar el desarrollo del control de impulsos. Esto implica modificar las técnicas de enseñanza y el currículo.
Parte 7. Estrategias de afrontamiento para el niño
Un niño con problemas de control de impulsos puede ser difícil de manejar, pero enseñarles el control de impulsos no debería ser tan complicado como parece. Esto se debe a que puedes enseñarles estrategias de afrontamiento para que puedan crecer y mejorar. Algunas de estas estrategias de afrontamiento incluyen lo siguiente:
Enseñar habilidades para resolver problemas
En primer lugar, debes enseñarles a tus hijos a identificar lo que están sintiendo para que puedan identificar qué lo detona. Tienes que enseñarles que sus acciones y palabras tendrán consecuencias, lo que los impulsará a elegir la mejor solución. Además, una vez que les enseñes lo básico, hazlos que enfrenten algunas situaciones menores a fin de evaluar sus habilidades para tomar decisiones.
Practicar la paciencia y la gratificación diferida
Una de las mejores formas de fomentar la calma en tus pequeños es ayudarlos a practicar la paciencia. Por ejemplo, debes enseñarles que necesitan esperar su turno. Idealmente, deberías crear un sistema de recompensas que les brinde la motivación para comportarse de manera positiva.
Fomentar la autorreflexión
La autorreflexión puede ser difícil de enseñar, pero será una gran habilidad para ellos. Lo más fácil es permitirles llevar un diario. Esto es porque puede ayudarles a escribir sobre sus sentimientos, emociones y experiencias. Aumentará su autoconciencia y autorreflexión. Y también puede ayudarles a comprender lo que desencadena el comportamiento impulsivo para que puedan regularse de una manera más independiente.
Conclusión
El control de impulsos es una habilidad importante para todas las personas, y siempre es mejor enseñar a tus hijos desde pequeños. Como padre, debes inculcar un buen comportamiento desde el principio. Sin embargo, si los ves luchando con esto, nunca dudes en buscar ayuda profesional porque se lo debes a tus pequeños. ¡Conviértete en su refugio seguro!
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